La tendencia a observar posiblemente la heredé de mi madre. Le encantaba observar. En más de una ocasión la encontré de pie junto a la ventana sumida en la contemplación. Era difícil saber si estaba observando el paisaje que se divisaba desde nuestra ventana o estaba escuchando lo que surgía de su alma (...)
Blog personal. La literatura puede ser encontrada en cualquier lugar, hasta en un gesto, y aquí la transcribo.
martes, 25 de febrero de 2014
Libro: Historia de una vida. (fragmento)
Mi padre siempre tenía tendencia a lo sentimental, por utilizar el término de Schiller. Si algo no le parecía bien, lo censuraba o ignoraba. Odiaba lo feo, lo deforme y lo amoral. Por algún motivo, consideraba que la observación era estar de acuerdo con todo eso. Más aún, lo consideraba disfrutar de la fealdad sin adoptar una postura concreta. Al hombre se le juzga según sus obras y no según sus pensamientos, ése era el principio según el cual vivía. Se negaba a aceptar la realidad con indiferencia. Siempre quiso corregir, o por lo menos mejorar.
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