viernes, 13 de febrero de 2015

RESEÑAS. II


                                  

El Señor de las Moscas | 9.1

Este libro definitivamente me tocó, comencé a leerlo sin muchas expectativas, al principio tiende a ser un poco confuso por las descripciones, es un tanto abrumador cuando nos introducen a todos los personajes casi de golpe. PERO... A medida que avanza podemos ver los matices de cada personaje, el desarrollo del instinto asesino y despiadado del ser humano. Me parece brillante que el autor haya tomado como ejemplo a un grupo de niños (quienes suelen ser los más inocentes y nobles) para mostrar lo más oscuro y tenebroso del ser humano. Mientras avanza la lectura se puede sentir la tensión y el odio que crece entre los personajes, principalmente Jack... ¿y el final?, definitivamente lo mejor de toda la obra, muy emocionante y triste a la vez. No pude evitar el llanto al leer la última página, tuve que leerlo varias veces hasta superar la tristeza que me causó y aún así cada vez que la leo se me pone la piel de gallina: "Y en medio de ellos, con el cuerpo sucio, el pelo enmarañado y la nariz moqueando, Ralph lloró por el fin de la inocencia, las tinieblas del corazón del hombre, y el vuelo por el aire de aquel verdadero y sabio
amigo llamado Piggy"








Crónicas Marcianas | 6.0

Tal vez fue porque era la primera vez que leía un escrito de este tipo, pero no me conectó, lo terminé prácticamente como un reto. No me gusta que no se enlace la historia de manera coherente, sus personajes son confusos y poco desarrollados... en ciertas partes es impactante, gracioso, cruel, lúgubre. Eso sí me gustó. Además nos deja una buena reflexión sobre el ser humano y su poder destructivo. La trama tenía mucho potencial se pudo haber sacado mucho más jugo del que tiene.


                                 
La Tregua | 10.0

¿Qué puedo decir de este libro sin sonar exageradamente halagadora? Decir que me fascinó sería quedarme corta, simplemente LO AMÉ. El personaje principal es un "Triste con vocación de alegre", retraído, solitario y pensativo. Y Laura Avellaneda le devuelve aunque sea por un instante las ansias de vivir y de amar, la satisfacción del simple hecho de darse la mano. Pero que corto fue. Me dejó un gran amargo el desenlace y ese amargo fue lo que me hizo amarlo tanto, su realidad, el hecho de que no siempre hay un final feliz. Sobre la narración diré que nunca me han gustado los libros escritos en forma de diario, nunca, hasta este. Para mi está perfectamente narrado, corto, dulce, inspirador, profundo, seco, breve, explicativo... No puede evitar el llanto al final. Totalmente recomendable.



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