miércoles, 1 de abril de 2015

Quien sabe llegar, también se sabe ir.

Las personas van y vienen, son una constelación palpable. A lo largo de nuestras vidas, una especie de telaraña nos hace aparecer en la de otros y a otros aparecer en las nuestras, coexistimos, cada quien trae consigo un afecto, una tonalidad y de nosotros depende que tanto nos transformen; virtuosos, nocivos, fugaces, estáticos, con buena y mala vibra, cada quien en su momento protagónico nos aporta algo.

No sé soy soy negativa o rencorosa, probablemente ambas, pero en ese aspecto, cuando alguien sale de mi entorno (de manera no muy delicada) y comienzo a sentir su ausencia, suelo recordar lo malo, el por qué ya no está, quizá como una forma de autodefensa para que el orgullo no ceda ni me haga buscarle. Pero como dicen por ahí cientos de frases cliché: "muchas personas llegarán a tu vida, pero no todas permanecerán", o algo así, creo que hasta más cursi. A veces es difícil adaptarse a la distancia cuando ese alguien fue muy cercano, y no me refiero en específico al amor, eso es un poco más complejo, me refiero a la amistad, a esa sensación de complicidad y aceptación que solemos sentir cuando nos encontramos en otra persona.

El distanciamiento no siempre es pernicioso o brusco, a veces es sutil, de un día a otro perdemos el contacto, y quien una vez fuese tu espejo se convierte en algo traslúcido, inaccesible. Lo cierto es que la vida se compone de ciclos, uno tras otro, tras otro, y mientras nos encontremos en movimiento vendrán personas, existirá el contacto y conoceremos a alguien que dejaremos entrar en nuestras vidas aunque no siempre perdure.

Eventualmente la costumbre y la separación se harán una, el recuerdo permanecerá, quizá también la aflicción que conlleva. En mi haber he perdido muchas personas -muertas en vida para mi- unas más importantes que otras, pero como antes he expresado y creo firmemente: "el hombre es un ser solitario, estamos irremediablemente solos", por eso sé que la única compañía que siempre tendré será la propia y no me desconcierta en lo absoluto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario.