Lugares donde he encontrado felicidad.

Me he sentido tan desdichada tantas veces, tan compadecida de mi misma, sola, sin sentido, abrumada, aburrida, desesperada, nerviosa, tensa, decepcionada, triste, depresiva, burlada, incapaz, inepta, inútil, ignorada, de mal humor, negativa, posesiva, odiosa, con miedo, con dolor, incómoda, incomprendida, dudosa, harta, hastiada, colapsada...

Todo es parte de la carga emocional que se nos otorga como seres humanos, que de alguna u otra manera sabe entrelazarse con otras emociones un tanto más cálidas y agradables. Igual que en el caso de la literatura, estoy muy convencida de que la felicidad puede ser encontrada en cualquier lugar, hasta en un gesto.

Más que un estado mental definido con un parámetro temporal, creo que la felicidad se compone de pequeños fragmentos muy breves, pero duraderos en la memoria, es por ello que -según lo explicaba Ernesto Sabato- felizmente, el ser humano echa al olvido todas las cosas malas y por ello tiende a pensar que todo tiempo pasado fue mejor.

Haré un breve esbozo de lo que trato de explicar, y a medida que lleguen a mi cabeza iré recordando esos brevísimos momentos donde pude palpar un poco, de lo que en la memoria colectiva llamamos felicidad.

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-Teniendo una larga plática con mi mamá
-En un festival de música electrónica (repetidas veces)
-Jugando con un perro
-Escuchando la canción Special Needs de Placebo a todo volumen, de madrugada, mientras mi amigo conducía
-Viendo las estrellas mientras pensaba profundamente en el cosmos y en la vida, no en mi vida, en la vida de la humanidad
-Viendo vídeos de los 80
-Recordando mi infancia, sintiendo nostalgia, que de alguna manera se sabe convertir en una mezcla de tristeza resignada y alegría inmaculada
-Durmiendo hasta tarde
-Leyendo
-Escribiendo
-Compartiendo con amigos
-Observando a alguien que quiero, pensando en que lo quiero, sintiendo que me quiere
-Quedándome a hablar hasta tarde por teléfono
-Soñando despierta
-En una librería
-En una noche de año nuevo
-Escuchando la radio al llegar del colegio
-En un bar, borracha
-Oliendo un perfume que antes solía usar
-En muchos recuerdos al azar
-Sintiéndome apoyada en momentos difíciles
-En un día con mucho viento
-Observando un atardecer desde el techo de mi casa

Siempre y cuando siga encontrando estas pequeñas piezas del rompecabezas, sabré lidiar con las otras que están de más.