jueves, 28 de agosto de 2014

Discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura. (Gabriel García Márquez)


Los últimos días he estado leyendo los discursos de aceptación del Premio Nobel de Literatura de algunos escritores, y no se podría esperar menos de personas galardonadas con tal distinción, justamente haciendo mérito a sus huellas en la historia de la Literatura Universal. Hasta el momento, de tan hermosas y humildes expresiones de agradecimiento mi preferida ha sido la de Gabriel García Márquez, quien hace una magistral exposición sobre "La soledad en América Latina."

El magnífico escrito al que hago referencia contiene un pasaje que me es imposible pasar por alto, el párrafo número trece, sublime, estremecedor, a continuación lo cito...

(...)

"Agradezco a la Academia de Letras de Suecia el que me haya distinguido con un premio que me coloca junto a muchos de quienes orientaron y enriquecieron mis años de lector y de cotidiano celebrante de ese delirio sin apelación que es el oficio de escribir. Sus nombres y sus obras se me presentan hoy como sombras tutelares, pero también como el compromiso, a menudo agobiante, que se adquiere con este honor. Un duro honor que en ellos me pareció de simple justicia, pero que en mí entiendo como una más de esas lecciones con las que suele sorprendernos el destino, y que hacen más evidente nuestra condición de juguetes de un azar indescifrable, cuya única y desoladora recompensa, suelen ser, la mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido."

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