martes, 7 de febrero de 2017

Libro: Las Tortugas. (Fragmento)

"El condenado se comporta de manera extraña antes de su ejecución. Puede suceder que camine erguido hacia la guillotina y hacia su muerte, cosa nada rara cuando se trata de condenados políticos; estos héroes mueren con su compromiso a flor de labios. El asesino infame y común se quiebra, cobarde. Se han visto muchos asesinos que se comportan de forma tan lastimera que uno se pregunta de dónde tomaron el triste coraje para cometer su acto. Hay que cargarlos hasta el lugar de la ejecución y pasan desavenidos al otro lado.

Algunos también recorrieron ese camino terrible con apatía, tan insensibles que uno se pregunta si saben lo que está pasando, ¿es que no tienen corazón ni siquiera para si mismos? Y a veces, cuando el que atraviesa la última senda es un fanático, parece como si un Dios lo protegiera de la posibilidad de sospechar lo que le espera."

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