martes, 6 de marzo de 2018

Libro: Vi a un hombre. (Fragmento)


-Quiero compartirlas -dijo Samantha con orgullo, con firmeza de niña. -He pensado: a la mierda, aunque no sean buenas, quiero que salgan al mundo. Quiero que alguien las mire; si no, qué sentido tiene todo. Se quedarían a medio hacer.

-No necesariamente -dijo Michael, cogiendo otra fotografía. Era del mismo estanque de antes y de la misma hora del día. Esta, sin embargo, estaba hecha en invierno y los árboles de encima del agua no tenían hojas .

Una neblina baja flotaba sobre el suelo. Michael le ofreció más vino. Ella lo rechazó tapando el vaso con la mano, de forma que él se llenó el suyo, a continuación le preguntó-: ¿Una historia está a medio hacer si alguien la escribe pero nadie la lee?

-¡Por supuesto!

Él se rió, pensando que ella bromeaba, pero luego vio que no.

-Sin un lector, no son más que pensamientos en una página -dijo ella-. Imaginaciones en tinta. Una tautología impresa.

-¿Una tautología? ¿Por qué?

-Bueno, pues una repetición. De lo que estaba en la mente del escritor al escribirlo. Pero cuando alguien lo lee...

-¿Sí?

-Bueno, entonces las palabras adquieren unas imágenes nuevas ¿no? El significado cobra asociaciones nuevas. Es como una reacción química. Todo depende de cómo reaccionen con el lector. Con su vida, con su mente.

(...)

-No es verdad. -Michael dejó su copa y cogió la fotografía de encima del montón; el estanque entre las ramas desnudas, la neblina que parecía humo de cañones-. Lo único que digo es que estas fotografías no están a medio hacer ni mucho menos. Más bien lo contrario. Son puñeteramente buenas y serían igual de buenas y de verdaderas sin importar que nadie las viera.

Le dio la fotografía a Samantha.

-La comunicación se estableció cuando hiciste esta foto y cuando la imprimiste. A partir de ese momento ya no existe en el mundo, da igual que la vean o no.

Dio otro sorbo de vino, buscando la expresión adecuada.

-Ya ha recibido su peso -dijo por fin.

-¿Su peso?

Samantha parecía poco convencida, pero vio que Michael lo decía en serio.

-Sí. -Cogió otra fotografía del mismo estanque, nuevamente a la misma hora del día, con un cisne y sus polluelos deambulando en primer plano-. Ya se ha producido su relato. Así lo veo yo al menos. La visión, tu intención, tu motivación, como lo quieras llamar, ya no está solo dentro de ti. Así que da igual que la mire yo o cualquier otro: su historia ya se ha contado. Ha cumplido con su propósito.

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