martes, 9 de abril de 2024

Película: "Anatomy of a fall". -Extracto.

 -No solo unas pocas horas, hablo de reservar tiempo para mí por todo el año. Esto ya no me está funcionando.

-Organiza tu tiempo de manera distinta, depende de ti.

-¿Cuándo fue la última vez que lo ayudaste con su tarea?, Hay muchas cosas que no te importan un carajo, ese es el tiempo al que me refiero.

-Querido, el libro acaba de salir, sabes que es solo esta vez. 

-Siempre es "solo esta vez". Ya sea que tienes un libro recién publicado, o estás escribiendo, o necesitas espacio para decidir qué escribir. ¡He estado siguiendo tu guía por años!, No puedo hacer nada con mi tiempo. ¿Entiendes?, no es mi tiempo, es el tuyo. 

-¿Te he forzado a enseñar?, ¿Te obligo a enseñar a Daniel en casa?, nadie te está obligando. Si querías sacar más tiempo para ti, nunca te detuve.

-Dividí mi curso a la mitad para poder ganar más tiempo y sigue sin ser suficiente. Tengo que terminar la renovación y tengo que lidiar con todo lo demás. ¿Por qué te rehusas a hablar de eso?, ¿Por qué no puedes admitir que se trata de cómo las cosas están divididas entre nosotros?

-Porque estás equivocado. No te debo ningún tiempo, yo hago mi parte. Vamos, no hagamos un inventario ahora, por favor. Vamos a relajarnos. Te amo. Cuando decidiste educar en casa a Daniel, te dije que tuvieras cuidado. Es una hermosa y generosa decisión. Y te agradezco por ella, pero no tienes que hacerlo. Te dije que te obligaría...

-¿Qué?, ¿A pasar más tiempo con mi hijo?, me alegro de haberlo hecho. No tendría la relación que tengo con él hoy si no lo hubiese hecho.

-La relación que yo no tengo con él, ¿Es lo que quieres decir?

-No dije eso, no. Digo que tal vez, solo, tal vez, las cosas están un poco fuera de balance entre nosotros. Y quiero que lo reconozcas. ¿Por qué es tan difícil de discutir?

-Porque no creo en la noción de reciprocidad en una pareja. Es ingenuo y francamente, deprimente. Sí, y creo que discutirlo es una perdida de tiempo considerando el estado en el que estás, en serio. Todo este bla-bla-bla y más tiempo ya se ha ido. Todo este tiempo hablando sandeces puede ser utilizado en silencio, haciendo lo que sea que quieras hacer, si solo supieras lo que es...

-Quiero tiempo para empezar a escribir, lo mismo que tú.

-Hazlo. Los escritores no dejan de escribir porque tengan un hijo y deban hacer los quehaceres. Deja de quejarte sobre tu estupidez de horario y deja de culparme a mí por lo que tú no has hecho. 

-Vivo contigo, planifiqué mi vida alrededor de ti. Si te impusiera lo que me impones a mí, ninguno de los dos sería capaz de escribir.

-No te preocupes por mi, siempre logro escribir.

-Genial. Perfecto. Si estás tan segura de ti misma, entonces adaptate. 

-Yo me adapto, yo llevo a Daniel a la escuela.

-Una vez a la semana.

-Tenemos a Mónica los martes, vamos.

-Sandra, no seas deshonesta. 

-No lo soy, eres tú el que está de quisquilloso. 

-Te he dado demasiado, demasiado tiempo, demasiadas concesiones. Quiero ese tiempo de vuelta. Y me lo debes, ¡Sé justa!

-(Risas), lo siento, pero ¿te estás volviendo loco?, no te debo nada. De verdad. Esto es sobre tu relación con tu hijo y de protegerte a ti y a tu confort porque te da miedo de ponerte en esa posición. Fue tu decisión venir aquí e iniciar esta renovación. ¡Esta es tu propia trampa!, No te estoy quitando tiempo, los desperdicias tu mismo. 

-Quiero que las cosas cambien ahora, quiero tiempo para empezar a escribir de nuevo. 

-Genial, ve por ello. Si quieres mi consejo, regresa al que descartaste.

-¿Ese es tu consejo?, ¿Regresar al libro que tú saqueaste?

-Ahora es saqueo. Lo discutimos. Tú te habías rendido. 

-(Risas), tomaste la mejor idea del libro. ¿Cómo se supone que voy a volver a él?, ¿Te das cuenta lo cínico que es eso de ti?

-Puedes publicar tu propia versión, di que me inspiraste, lo admitiré. Si algo necesita ser escrito, alguien lo debe escribir. Tú lo sabes. 

-Tienes visión animal. Pretendes que eres servicial, pero...

-Mírate, hasta tus estupideces son moralizadoras. Y esto, de verdad, es una manera de que pierdas más tiempo. Deberías estar halagado de que fui inspirada por ti. Esta es la vida, las cosas circulan. Sí. Y sinceramente desearía que te inspiraras en saquearme.

-No estás sola en tu jungla, pero impones todo. Impones tu ritmo, tu uso del tiempo, incluso impones tu lenguaje, soy el que se encuentra en tu territorio. Hablamos inglés en casa.

-No estoy en mi territorio. No hablo mi lengua materna.

-Tampoco hablas la mía. Aunque vivamos aquí. 

-Sí, es un término medio, de hecho. Sabes, porque no soy francesa y tú no eres alemán. Así que creamos un término medio, así que nadie debe ir al territorio del otro. Para esto es que es el inglés. Así que no me culpes por eso. 

-Pero vivimos en Francia, esa es nuestra realidad. Daniel te escucha hablar en un idioma que no tiene nada que ver con su vida. Solo porque tú se lo impones, como todo lo demás. Estamos en tu territorio, todo el tiempo.

-Sí, en tu país. Todos los días debo aceptar que vivimos en tu ciudad natal. La gente con la que creciste me miran con desprecio cada vez que no hago un esfuerzo por sonreírles. ¿No crees que yo, viviendo aquí cuenta como estar en tu territorio?

-Nunca le sonríes a nadie.

-Sí, ¿por eso es que me amas, no?, Porque si quisieras tener una perra estúpida que le sonría a tus amigos, hubieras elegido a alguien más.

-(Risas), de verdad no tienes vergüenza. Eso es un super-poder. No ves a nadie más que a ti misma. 

-Te veo claramente, solo que no como una víctima.

-Tú impones, tu manera de vivir, hablar, comer, hasta de coger. Nunca pude lograr cogerte de alguna otra manera. Porque siempre esperas que siga tu guía, esa es tu noción de lo que es una pareja.

-Yo no creo... yo no creo... no tengo una noción. Me importan un carajo las parejas. De verdad. Entonces dices que no dejo que me cojas de la manera que quieres. ¿En serio?

-Sí.

-Sé honesto, ¿Quién se ha rehusado a coger desde el accidente?

-Sabes muy bien que me refería a antes de eso.

-¿A qué me he rehusado alguna vez sexualmente?

-A todo... a todo, además debo aceptar que te cojas otras personas.

-No me cojo a otras personas.

-No lo niegues.

-Una vez, y tú te aferras a eso para seguir sufriendo...

-Me engañaste muchas veces.

-Te haces la víctima.

-¡No soy una víctima, soy un hombre al que han engañado!, saqueado y engañado.

-Puedo vivir sin sexo, pero no por siempre. 

-¿Entonces me estás culpando?, ¿Soy el que te está frustrando?

-No se trata de quién está culpando a quién, o quién está frustrando a quién. La frustración está ahí y los dos estamos lidiando con ella. Yo personalmente, me rehuso a podrirme por dentro, así que encuentro soluciones y en este punto, el sexo era una cuestión de higiene personal.

-Sí, pero tú impones tus soluciones, las cuales son soluciones para ti solamente. No te importa un carajo si me lastima a mi o a Daniel.

-Deja a Daniel fuera de esto, esto no se trata de él. No impongo nada sobre él. Tú nos hiciste vivir aquí rodeados de cabras. ¡Te quejas de la vida que tú elegiste!, No eres una víctima. En lo absoluto. Tu generosidad oculta algo más sucio y malvado. Eres incapaz de enfrentarte a tus ambiciones y me culpas a mi por eso, pero no soy quien te puso donde estás. ¡No tengo nada que ver con eso!, No te estás sacrificando como dices. ¡Elegiste sentarte en el banquillo porque tienes miedo!, ¡Porque tu orgullo hace que tu cabeza explote antes de que puedas tener el germen de una idea!, Y ahora despiertas en tus cuarentas buscando a alguien a quien culpar y tú eres al que tienes que culpar. Estás petrificado por tus propios malditos estándares y tu miedo a equivocarte. Esta es la verdad. Eres inteligente, sé que sabes que estoy en lo correcto y Daniel no tiene nada que ver con eso. ¡Detente!

-Eres un monstruo. Hasta Daniel lo dice en sus propias palabras. 

-Retráctate de eso, pedazo de mierda.

-Él me ha dicho incontables veces lo dura que eres.

-Él te está diciendo lo que quieres oír. Él siente tu culpa y está tratando de tranquilizarte, ¿No lo ves?, Nunca dejaste de sentirte culpable sobre él.

-Eres insensible. No tienes piedad.

-Sí, y tú tienes demasiada para ti mismo. 

-¡No puedo soportar más tu maldito hielo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario.